Comunidad, Universidad y Virtualidad

¿Cómo surge la UNL Virtual en el marco de una Institución académica histórica de la provincia de Santa Fe?

 En esta publicación periodística nos proponemos reflexionar de qué manera surge la UNL Virtual en el contexto histórico, político e institucional de nuestro país y en el proceso evolutivo  y transformacional que ha sufrido nuestras universidades a lo largo….. Para ello además de conocer la evolución histórica, es necesario comprender cómo la globalización de la ciencia, de la tecnología, de la información, la comunicación, la cultura  y la vida social y política  del hombre  ha reformulado los límites territoriales, las formas de distribución del poder y por lo tanto del conocimiento  utilizando un sistema tecnológico de sistemas de información, telecomunicaciones y transporte que articula todo el planeta en una red de flujo de manera más globalizada e inmediata.  En este contexto y  escenario histórico, social y cultural y tecnológico la UNL surgió inicialmente como institución académica de estudios superiores de Abogacía, luego evolucionó reabriendo nuevas carreras  y  se consolidó tal como hoy la conocemos después de un largo proceso de cambios  que se inició en la década del veinte del siglo pasado como una actividad científica foránea  y como producto de las transformaciones sucesivas que han sufrido las Universidades en general a nivel local y mundial  del siglo XX.

Como se sabe, la vinculación entre ciencia y Universidad había sido establecida en Alemania a mediados del siglo XIX. Este ingreso de la ciencia a la Universidad produjo “una transformación  importante de la práctica científica al volverla una actividad profesional, remunerada, certificada con un mecanismo interno de reproducción; es decir, la ciencia se institucionaliza por la construcción de un espacio social en el que hay científicos trabajando que forman a nuevos investigadores”. Esta vinculación se convierte en modelo a ser  imitado como fuente de inspiración en los más variados países, entre los cuales están las universidades de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe de nuestro país.

Así, la Universidad Provincial de Santa Fe, fue creada en 1889, posibilitando de esta forma el surgimiento  de la Educación Superior en una provincia limítrofe con el río Paraná. Inicialmente, en esta casa de estudios superiores, sólo funcionó la Facultad de Derecho hasta la primera década del siglo XX, a pesar de que el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados contemplaba que dicha Universidad “tendrá por objeto el estudio del derecho y demás ciencias sociales, el de ciencias físico-matemáticas y  el de teología”.

 La creación de la Universidad de Santa Fe coincide así con un modelo latinoamericano de universidad: la universidad de abogados. Aquí hay una confluencia histórica importante, a fines del siglo XIX la integración Argentina a un mercado mundial permitió un proceso de modernización que obligó a las elites a pensar un nuevo armazón legal, administrativo e institucional del Estado nacional que tenía como objetivo principal según Vessuri, “ser un poderoso dispositivo de socialización y acceso para las elites políticas nacionales”  que se desempeñarían en diversos organismos estatales del poder de turno.

 Por ello, en forma más tardía, la creación de la Universidad Provincial de Santa Fe se orientó en otra dirección, al intentar asegurar la formación académica necesaria para la creación de un sistema de salud más eficaz y óptima a nivel provincial. Entones, surgen la Facultad de Farmacia y Obstetricia. Pero a pesar de esta evolución importante en los claustros de la Universidad de santa Fe no hay un compromiso serio y consciente con “el sostenimiento de una práctica efectiva de la  investigación científica profunda, pues la ciencia era llamada como agente de modernización y las elites liberales locales (a diferencia de las europeas) no pensaban que para que haya modernización efectiva debía existir un proceso constante de producción de nuevo conocimiento”.

Ahora bien, tal como plantean los historiadores de la Educación Superior, una vez abierto el proceso de la enseñanza de la ciencia, se abre también la posibilidad de iniciarse en una práctica de indagación sistemática y científica. La Facultad de Farmacia y Obstetricia será el lugar para la implantación del primer laboratorio de química industrial en Santa Fe y este es el origen de un proyecto central para la modernización de Santa Fe. Así surgen,  la Facultad de Química Industrial y Agrícola (actual Facultad de Ingeniería Química) vinculado con uno de los nombres centrales de la historia de la universidad en Santa Fe: Josué Gollán (h).

En 1919, la Universidad Provincial de Santa Fe se transformará, luego de un proceso complejo que se desata en 1912, en Universidad Nacional del Litoral. Más tarde, La Universidad Nacional tendría las siguientes facultades: las Facultades de Ciencias Jurídicas y Sociales, y la Facultad de Química Industrial y Agrícola, las Facultades de Ciencias Matemáticas, Físico-químicas y Naturales aplicadas a la industria, Ciencias Médicas, Farmacia y Ramos Menores, Ciencias Económicas, Comerciales y Políticas; Facultad de Ciencias Económicas y Educacionales y en Corrientes, Facultad de Agricultura, Ganadería e Industrias afines. Con la nacionalización de la Universidad sobre el telón de fondo de la Reforma Universitaria del año 1918 y el ascenso de los nuevos sectores a la vida política y cultural, se estructura un proyecto modernizador pleno: no sólo la universidad formaría los cuadros que desempeñarán los lugares claves en el proceso de articulación definitiva del Estado (provincial/nacional) y que harían una sociedad moderna, sino que la universidad asumirá la tarea de producir nuevos conocimientos como cuestión de rutina.

En el año 1929 se crea el Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas: “el primer espacio diferenciado dentro de la Universidad Nacional del Litoral dedicado a la investigación, creándose una certificación específica: el Certificado de Investigación. Estos elementos muestran que aparece una nueva trayectoria dentro de la universidad: desde la formación profesional, en este caso, de Ingeniero Químico, se recorta una nueva profesión: la de investigador. Horacio Damianovich será el Director del Instituto con dedicación exclusiva, con atribuciones de contratar personal, formar jóvenes investigadores y organizar una publicación del Instituto alejado de la enseñanza convencional de cátedra. Este Instituto de investigaciones científicas y tecnológicas no es, como puede parecer, una creación enteramente de los químicos sino que fue modelado sobre las expectativas de modernización compartidas por los estudiantes de la Facultad de Derecho de la vieja Universidad de Santa Fe que ahora ocupaban puestos clave en la conducción institucional de la transformada Universidad Nacional.”

¿Cómo  y cuándo surge  la UNL Virtual en esta evolución y desarrollo de la Universidad de Santa Fe?

La UNL Virtual es la implementación del Programa de Educación a Distancia de la Universidad Nacional del Litoral, puesta en marcha a través del  portal público www.unlvirtual.edu.ar  desde el año 1999, con el siguiente  propósito:

“Brindar  la posibilidad de acceder a formación universitaria de calidad a través de una modalidad basada en un Campus Virtual, un entorno en Internet donde se puedan realizar las actividades y tareas necesarias para llevar adelante los estudios desde cualquier lugar del país”.
www.unlvirtual.edu.ar

El Campus Virtual es un entorno configurado que posibilita y promueve la comunicación entre actores universitarios que se encuentran geográficamente dispersos, facilitando el acceso a la información, a los materiales educativos, a las aplicaciones administrativas y de gestión.  La implementación de este proyecto está relacionada con los resultados positivos obtenidos a partir del uso de tecnología web en el proceso educativo, vinculado a la realización de actividades académicas y administrativas. Esta experiencia dio lugar al surgimiento de una nueva dimensión de oferta de estudio de la UNL, con la incorporación de tecnología web y la implementación de un Campus Virtual que contempla las distintas necesidades y demandas de los sectores educativo, productivo y de servicio pertenecientes a diferentes regiones de la vasta geografía argentina que requiere la oferta educativa de esta prestigiosa Casa de Altos Estudios. Esto nos lleva a considerar cómo las nuevas tecnologías de la comunicación y la información influyen en los usos del lenguaje de la vida diaria y de qué modo también estos avances tecnológicos y científicos impactan en la educación formal y académica del hombre posibilitándole una nueva forma de acceso al conocimiento  y al mundo académico en forma digital o virtual, sin necesidad de asistir diariamente a las aulas de la Universidad donde se elige cursar estudios superiores o universitarios. Es decir, a lo largo de la evolución humana los descubrimientos y avances tecnológicos han ido modificando la forma de comunicación y de acceso al saber y a la cultura, así como el modo de vivir y entender la realidad.

Así estos avances fueron evolucionando a lo largo del tiempo llegando a producirse    los más grandes y sorprendentes  progresos en la capacidad comunicativa humana  en  los albores del siglo XXI con  la expansión  del soporte digital del lenguaje (computadoras, pantallas, internet, etc.) que ha venido a complementar  o sustituir al soporte analógico tradicional ( sonidos, ondas hercianas, papel, libros, etc.) y  en menos de tres décadas  nos ha invadido de tal forma las computadoras, los correos electrónicos, los e-mails, las charlas on line o los chats o sitios en la red (internet) o los celulares en detrimento de las correspondencias tradicionales como: cartas, fax, telegramas, correspondencias comerciales o empresariales y otros.

Es decir, es incuestionable la supremacía de lo digital sobre las formas comunicativas humanas y la vida cotidiana y académica del hombre que trae a su vez, como consecuencia,  una importante evolución en las formas de vida de las personas. Por ello como educadores que somos vale preguntarse: ¿Qué nos puede deparar la era digital?¿ Qué implicaciones tendrá el salto de una tecnología tan física como la analógica, a otra de mucho más mental como la digital? Y a la vida institucional y académica: ¿Qué le espera?, ¿qué cambios debe adoptar para adaptarse a este nuevo contexto?

En realidad, el advenimiento del entorno digital en el uso de la escritura está cambiando de manera profunda las prácticas comunicativas en los planos pragmático, discursivo y procesual. Además, Internet facilita el surgimiento de comunidades sociales particulares, al margen de los grupos administrativos y lingüísticos habituales, que rompen el tradicional aislamiento monocultural. Así, surgen géneros discursivos nuevos, con estructura, registro y fraseologías particulares propias del entorno digital, mientras la tecnología de la información y de la comunicación (TIC) va cambiando progresivamente el perfil cognitivo de los escritores, que descargan las tareas más mecánicas en la máquina para concentrarse en la estrategia comunicativa.

En lo pragmático, el soporte digital favorece la creación de comunidades o tribus virtuales, de personas que comparten rasgos particulares y que se conectan, interactúan y se desarrollan como grupo a través del entorno digital. En el mundo presencial analógico, las comunidades suelen coincidir con límites político administrativos ( ciudad, provincia, nación o estado) y lingüísticos (idioma, dialecto) –conformando las conocidas comunidades de habla–. Los miembros de estas comunidades suelen compartir rasgos particulares, además de los discursos: una ubicación geográfica, una nacionalidad, una ideología, la pertenencia a una clase social, etc., lo cual destaca su carácter monocultural. Además, la dinámica comunicativa de estos grupos es relativamente lenta, porque la posibilidad de crear y propagar discursos se reduce al ámbito personal (correspondencia privada) y está limitada por el control político (normas de moralidad, limitación de campañas electorales y panfletos políticos) y los costos económicos.

En cambio, lo digital posibilita el desarrollo de comunidades basadas en cualquier tipo de  propósito o actividad, más allá de las “fronteras” tradicionales. Personas de todo el mundo que difícilmente se habrían conocido por canales analógicos, llegan a conformar una comunidad discursiva –en el sentido de que el objeto básico de  intercambio y unión es el discurso–, que llena parte de sus vidas y que inevitablemente influye en el resto de las comunidades.

La facilidad con que se desarrollan dichas comunidades depende de las prestaciones que ofrece lo digital: bajo costo de producción y transmisión de discursos; acceso ilimitado, directo y privado a un gran número de destinatarios y recursos; privacidad y posibilidad de construirse “imágenes” virtuales –faces– según los intereses personales (uso de nicks o sobrenombres, personalidades ficticias, fotos retocadas, etc.) Respecto al costo mientras el uso de recursos informáticos y el acceso a la red se generaliza (lugar de trabajo, casa, cibercafés) y abarata, la publicación analógica de revistas y libros o el envío de circulares por correo postal aumenta de precio. Además, el costo ecológico que puede tener el uso de papel (tala de árboles, procesamiento de la masa de papel, etc.) resulta ofensivo con la supuesta “limpieza” de la tecnología informática.

Por otra parte, la diversidad de canales y códigos comunicativos que incluye el medio digital, así como su gran velocidad de transmisión  que permite grados casi simultáneos de interactividad, son las causas del notable dinamismo que presentan dichas comunidades, que nacen, crecen y mueren o evolucionan a un ritmo mucho más alto que las presenciales. Respecto a la integración de códigos, cabe destacar que lo digital integra todo tipo de lenguajes y formatos (habla, escritura, imagen estática y en movimiento, infografía, reproducción virtual, etc.), con lo que se convierte en un poderosísimo sistema multimedia de representación y comunicación de datos –como mínimo en comparación con los limitados recursos tipográficos del escrito.

En lo discursivo, el soporte digital rompe definitivamente la linealidad del discurso y organiza el contenido textual de manera hiper e intertextual. La primera consecuencia que podemos sacar del análisis anterior es la necesidad de añadir un nuevo ámbito al concepto de alfabetización: el digital. Es decir, se puede distinguir tres ámbitos concéntricos: la alfabetización tradicional, centrada en la capacidad de usar la correspondencia habla-escritura; la alfabetización funcional, centrada en las capacidades comunicativas  de usar la lectura y la escritura de modo eficaz (comprender ideas generales y secundarias, discriminar datos relevantes e irrelevantes, hacer inferencias, etc.) en el mundo letrado analógico, y la alfabetización digital, centrada en las capacidades específicas que impone el soporte digital en el uso de la escritura. O sea, no se discute la conveniencia de incluir enseñanzas digitales (computación, internet, etc.) en el currículum escolar, pero sí resulta más controvertida la manera de hacerlo. En muchos casos, lo digital entra en la escuela como un instrumento tecnológico, no como un fin en sí mismo: es una asignatura complementaria de “tecnología”, independiente del resto del currículum. Puesto que la escritura digital empieza a ser ya tan importante como la analógica y su futuro es incuestionable–, la alfabetización tendría que dar prioridad o equivalencia a lo digital respecto a lo analógico. La clase de lengua escrita tendría que hacerse en buena parte con computadoras. Y si el lenguaje escrito es el instrumento fundamental de las asignaturas científicas, también resulta relevante que las ciencias naturales y experimentales usen tecnología digital para el desarrollo de sus contenidos. Además, el entorno digital permite contextos de escritura auténticos para el aprendiz  e interlocutores reales, abriendo  un abanico amplísimo de posibilidades: e-mails y listas de distribución, chats de discusión de temas de interés, participación en programas internacionales de intercambio de datos, etc. Estas opciones resultan sobretodo relevantes para los centros más aislados (escuelas únicas, alejadas de los centros urbanos, Universidades on line, etc.)

Pero la irrupción del paradigma digital exige incluir en el programa educativo las destrezas manuales y técnicas implicadas en el uso de la computadora (manejo del teclado, dactilografía, mantenimiento de la computadora, condiciones de seguridad, acceso a internet, al lector de CD, etc.) y de los programas más básicos (email, edición de hipertextos, etc.). En niveles superiores, pueden enseñarse opciones avanzadas como la creación de macros para autocorregir los errores tipográficos reiterativos o el uso de programas de esquemas y dibujo.

Tampoco pueden olvidarse las cuestiones éticas: prestar atención a los elementos destructivos (virus, gusanos, caballos de Troya, etc.), respeto a la intimidad y limitación del correo masivo, usos lícitos de la red y del anonimato, etc. La inclusión de estos aspectos de ningún modo supone la eliminación de los equivalentes analógicos (caligrafía, o reorganización de la página, etc.)

En definitiva, si queremos que la didáctica de la escritura siga respondiendo a los usos sociales, externos a la escuela, y que el alumno aprenda en el aula lo que necesita saber hacer en la comunidad, no podemos olvidar este cambio tan trascendental.

Bibliografías consultadas:



Bibliografías consultadas:
  • Cassany, Daniel (2000), “De lo analógico a lo digital. El futuro de la enseñanza de la composición”, Lectura y Vida, 21/4, pp. 2-11.
  • Cassany, Daniel y Gilmar Ayala (2008), “Nativos e inmigrantes digitales en la escuela”, CCE Participación Educativa, 9, pp. 53-71.
  • Chartier, Roger (2008)  “Aprender a leer, leer para aprender”, en: Millán, José Antonio (coord.), La lectura en España. Informe 2008: Leer para aprender, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez y Federación de Gremios Editores de España, pp. 23-42.
  • Millán, José Antonio (2008) “Los modos de la lectura digital”, en: Millán, José Antonio (coord.), La lectura en España. Informe 2008: Leer para aprender, Madrid, Fundación Germán Sánchez Ruipérez y Federación de Gremios
  • www.unlvirtual.edu.ar
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